miércoles, 26 de febrero de 2020

De las veces que no entendemos porque sucedió así...

Espero no ser la única que cada vez que le pasa algo malo siempre se pregunta ¿porque a mi?
Y después nos imaginamos escenarios donde nos hubiera gustado estar y que nos hubiera gustado que nos pasaran ¿no?
Al menos eso es lo que me pasa a mi. Me pongo a pensar en las mil y una formas de como me hubiera gustado vivirlo. Pero sucedió, y no hay vuelta atrás. Si fue algo bonito pues que bien y si no ni modo; si tengo que llorar y quejarme con mis amigas lo hago, pues es algo que no puedes reprimir por más que quieras.
A lo largo de los años he aprendido que si las cosas pasan de cierta manera es que algo tenemos que aprender, experimentar o comprender. Por ejemplo que alguien muy querido tuyo como tu familia o tus amigos este pasando por un momento difícil, pero no sabes como ayudarlo y haces todo lo que esta en tus manos para que no la pase tan mal. Ahí te das cuenta que todos tenemos una lucha interna y que puede ser muy fuerte. O que en tu escuela sacaste una calificación baja, o que en un grupo de artes para el que audicionaste no te escogió para lo que querías (un personaje en una obra, un lugar en la banda,o algo así). Comprendes que no siempre vas a conseguir eso que quieres y que tienes que trabajar muy duro para conseguir mejores oportunidades. O también que te sucede algo que no te esperabas, que tu amigo ya no quiere estar contigo, las cosas a tu alrededor se empiezan a tornar diferentes. A lo mejor tienes que cambiar un aspecto en tu estilo de vida o tu actitud y en tu persona. Siempre he creído que las cosas suceden por algo. Forman parte de la experiencia de la vida y debemos estar agradecidos de que podemos seguir aprendiendo todos los días y que al despertar tenemos una nueva oportunidad para crecer, aprender, progresar y sobretodo divertirnos.
No importa que tan pequeña o grande sea la lucha por la que estas pasando, siempre habrá una luz al final del camino y estarás orgullos de ti mismo al saber que continuaste y nunca te rendiste.

-Primer pensamiento del blog, un poco de lo que estaré compartiendo por aquí. Nos vemos en la siguiente entrada. Gracias a la vida, a Dios, al universo por la oportunidad de un nuevo día.

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